Historial de la Campaña

martes, 10 de febrero de 2009

Cómo está el clima, ¿no?

Bueno, ya pasó una semana desde que posteamos la última tira... y nada. Eso: ya es martes y no estamos posteando. No me malinterpreten: no es que las cosas, mágicamente, dejaran de sucederle a nuestro amado Fléxor. Muy por el contrario, le suceden más y cada vez más rápido, de manera que sus cronistas pueden llegar a tropezar y quedarse en el camino de vez en cuando. Ustedes pensarán que es fácil, solamente ver lo que pasa y transcribirlo y dibujarlo, pero no es tan así. La historia nunca se sienta a esperar a los historiadores. Ahora bien, las cosas no son tan sencillas como las estoy mostrando, hay una breve explicación para este posteo.

Vladimir, como gran exponente del arte contemporáneo que es, sabe liberarse de inhibiciones a la hora de elegir encuadres y contrastes. El venerado Fléxor, mucho más, digamos «chapado a la antigua», prefiere el espacio escénico frontal renacentista, y aunque tolera muchas de las libertades plásticas de Vladimir, lo castiga duramente cuando se encuentra retratado desde algún ángulo poco favorecedor. Conmigo no hay tanto problema, yo sólo transcribo diálogos, pero la imagen tiene muchos puntos de vista y Fléxor (¡loado sea mil veces!) está enemistado con algunos de ellos. Así que, para ahorrarle castigos de la Divina Providencia al compañero Vladimir, yo tengo por costumbre visitar su departamento y recomendarle que modifique el contenido de algunas tiras.

Ahora bien, la última vez que lo visité, en contraste con su prolijidad usual, lo vi sumido en un profundo desorden doméstico, debajo de una montaña de papas fritas y sosteniendo entre los dedos de la mano derecha un botella que goteaba una especie rara de líquido negro y gaseoso sobre su almohadón preferido.
—Señor Horseshoe —le dije (a él le gusta que lo llamen por el apellido) —, ¿y la tira novena?
Entonces Vladimir escupió una papa frita medio descolorida y me respondió: —No la terminé.
—¿Y qué vamos a postear este martes en el blog?
—No sé..., haga tiempo, Bonair. Haga tiempo...

Y acá estoy... haciendo tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario