Historial de la Campaña

domingo, 26 de abril de 2009

SPAM-un-montón


Recuerdo muy vagamente el día que abrí mi primer cuenta de correo, en topmail. De hecho, no recuerdo nada de ese día, pero lo que sí se quedó conmigo por muchísimo tiempo fue ese sentimiento de importancia, de apreciación, de pertenencia que me generaba el simple y augurioso cartel que encontraba cuando diariamente abria mi cuenta. "Tienes 1 (un) correo nuevo" .
Era hermoso. Simple y hermoso. Alguien en algún lugar del planeta habia pensado en mí, y no solo eso, me conocía lo suficiente como para saber mi dirección de correo.
Pero todo ese paraiso de la comunicación se vino a pedazos sobre mi cabeza cuando luego de unas semanas de tener mi cuenta descubrí el... SPAM.

Pero volvamos mucho mas el tiempo atras. Muchísimo tiempo atras. Cuando algunos de nosotros todavía no habíamos nacido, cuando ni siquiera el ya difunto bbs había nacido.
En la vieja inglaterra, el 15 de diciembre de 1970, los Monty Python (sin saberlo claro esta) darian origen no a la palabra sino a la utilización del SPAM. La palabra refiere a cierto producto que desafía los limites de la necesidad humana de alimento, la carne enlatada. No hablo de paté, hablo de fetas de carne enlatada. De en serio. Por otro lado, la utilización del SPAM como concepto, refiere a el siguiente sketch.

Ahora adelantemos a los dias del comienzo del SPAM (efecto de avance rapido vhs). Alguien igualmente esta pensando en nosotros al enviarlo. No de la misma forma que un amigo que planea invitarnos a una bacanal o una joven que pretende arrastrarnos a los mas oscuros callejones de Buenos Aires. El anónimo enviador de SPAM solo quiere hacerle llegar cantidad de avisos inutiles a la mayor cantidad de gente posible. Le importa tu dirección, pero no quien sos. Digamos que descubrí eso el dia que me llego mi primer mail de pastillas azules.

Los años han pasado, y ese primer sentimiento ha mutado en otro un tanto diferente. La alegría se ha convertido en una suerte de ansiedad. Porque lo peor no son unas cuantas fetas de carne enlatada con apestoso olor a queso francés, sino que ya sé que de esos cinco (5) mails que tengo en mi bandeja, hay una gran probabilidad de que varios de ellos intenten convencerme de que he ganado un premio por el cual nunca he jugado. Y que el premio es de mil y un dólares.
El SPAM como publicidad es inservible. Nadie que se precie va a leer los SPAMs. Y no puedo creer que se ponga tanto empeño en solo querer llenar casillas ajenas de información inútil. Ya hay programas televisivos encargados enteramente a hacer eso mismo.

Entonces, ¿Para que sirve el SPAM?. Bueno, creo que tengo una teoría: El SPAM solo sirve para darnos cuenta de que realmente el universo no tiene sentido, que uno acumula información inútil tras información inútil. Y quizás, solo quizás entre toda esa porquería, brilla un unico mail que si queria contarnos algo. Porque la verdad es que cuando descubro un mail real libre de SPAM, la alegria es mayor que antes.

Ah sí, otra cosa más, hablar sobre SPAM es SPAM.
Perdón.

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